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SUCESOS ALARMA SOCIAL

¿Reinserción imposible?

Daniel Padial, en la foto en enero de 2010, fue excarcelado el pasado lunes y no está rehabilitado.

Daniel Padial, en la foto en enero de 2010, fue excarcelado el pasado lunes y no está rehabilitado.SEGRE

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Han cumplido su condena pero desde el propio sistema penitenciario alertan de que no están rehabilitados y hay un elevado riesgo de reincidencia. Un pez que se muerde la cola ¿Es una reinserción imposible? Este debate ha surgido en Lleida después de haya trascendido la excarcelación de dos agresores sexuales, ambos reincidentes, lo que, como es lógico, ha generado alarma social pese a que, según expertos penitenciarios, el índice de reincidencia en delitos sexuales es de los más bajos, alrededor 6% de los casos. El primero de los excarcelados fue Roberto Medina Jiménez, de 45 años.

Salió en libertad el 5 de enero tras estar cerca de dos décadas entre rejas por pederastia y tentativa de homicidio. Servicios penitenciarios alertaron de “un elevado riesgo de reincidencia delictiva violenta”. El segundo caso es el de Daniel Padial González, que salió libre hace una semana siendo uno los seis agresores sexuales beneficiados de las revisiones de condena de la Audiencia de Lleida en aplicación de la ley del ‘solo sí es sí’.

Fue penado en 2010 con 15 años de reclusión por intentar violar a dos menores y se le ha rebajado a nueve años y medio. Ha salido ahora pero, aunque no se le hubiera aplicado la ley, en verano habría sido excarcelado. Presenta asimismo “un elevado riesgo de reincidencia”.

Justicia ya ha alertado a la Fiscalía y los Mossos pero poco pueden hacer ya que solo tienen en vigor la orden de alejamiento respecto a las víctimas. Pese a ello, la policía les sigue discretamente y también ha llamado a las mujeres atacadas. El psiquiatra Àngel Pedra lo tiene claro: “No están rehabilitados porque tienen un instinto que no pueden controlar”.

Pero hay que tener en cuenta de que se trata de personas libres a todos los efectos. “No se les puede hacer seguimientos ni tomar medidas porque entonces se están vulnerando sus derechos. Es como si cumplieran una segunda condena”, comenta el abogado penalista Xavier Prats.

Los dos agresores fueron condenados cuando no existía la libertad vigilada, algo que sí existe ahora. Esta medida sí puede tener efecto porque se les podría colocar una pulsera telemática. En este sentido, Pedra afirma que “lo más adecuado es que estas personas estuvieran internas”.

Prats apuesta por un cambio legislativo y apunta que “deberían estar sometidas de por vida a algún tipo de control”. ¿Este perfil de delincuenteslos agresores sexuales o pederastas, se pueden llegan a rehabilitar? Es evidente que no están rehabilitados. Son personas que tienen un instinto que no pueden controlar.

Es decir, que el riesgo de reincidencia es elevado, lo que genera alarma social. ¿Es así? Es lógico que haya alarma social porque hay una muy elevada probabilidad de que vuelvan a cometer una violación. Es una patología y ellos lo ven como un deseo.

Reincidirán las veces que haga falta. Se han probado tratamientos para evitarlo. No hay tratamientos posibles.

Los cursos que hacen en la cárcel son positivos pero, en muchos casos, no tiene ningún efecto. Se ha probado con la castración química y se ha demostrado que produce un efecto contrario. Estas personas se pueden volver todavía más agresivas porque, al no tener una erección, culpan a la víctima de ello y pueden ser aún más violentos.

¿Qué solución propone? Son personas que deben estar internas. La libertad vigilada es una herramienta pero no hay nadie que los controle las 24 horas del día. ¿Y las víctimas?Les puede a volver a provocar ansiedad u otros problemas.

¿Se puede tomar alguna medida con un violador si han cumplido su condena? ¿Puede la policía vigilarlos? Es una situación compleja. A nivel judicial, han cumplido su pena por lo que hicieron y, en consecuencia, son libres a todos los efectos. La policía no los puede vigilar ni hacer seguimientos porque entonces se estarían entrometiendo en su intimidad y vulnerando sus derechos.

Es como si estuvieran cumpliendo una segunda condena. ¿Entonces cómo se deben gestionar estas situaciones? En estos dos recientes casos en Lleida, cuando los acusados fueron condenados no existía la libertad vigilada. La única medida que deben cumplir es no acercarse o comunicarse con las víctimas.

Ahora sí se contempla la libertad vigilada o la prohibición de tener un trabajo o actividad que implique contacto con menores. Son medidas que se prolongan durante años y que los excarcelados deben respetar porque saben que, si se las saltan, están cometiendo un delito. ¿Qué hay que hacer? Nuevas modificaciones legislativas.

Este tipo de personas deberían estar sometidas de por vida a un algún tipo de medida restrictiva o de control para evitar que reincidan.

«No se pueden rehabilitar. Tienen un instinto que es incontrolable»

«Habría que cambiar la ley para que se les controle de por vida»

Àngel Pedra, psiquiatra.

Àngel Pedra, psiquiatra..SEGRE

Xavier Prats, abogado penalista.

Xavier Prats, abogado penalista.SEGRE

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