SEGRE

Un tsunami para muchos sectores económicos que se cebó con Lleida

El confinamiento puso en jaque la continuidad de miles de negocios

Vista de la rambla d’Aragó de Lleida pràcticament deserta durant els primers dies de confinament. - MAITE MONNÉ

Vista de la rambla d’Aragó de Lleida pràcticament deserta durant els primers dies de confinament. - MAITE MONNÉ

Creado:

Actualizado:

En:

“Nunca se había visto algo así, fue un tsunami económico y Lleida fue una de las zonas de Catalunya más afectadas”. Así de claro se muestra el presidente de la Cámara de Comercio de Lleida, Jaume Saltó, al recordar el confinamiento y las sucesivas restricciones que los gobiernos estatales y autonómicos aplicaron para contener la pandemia del coronavirus. Una situación inédita que, además de miles de vidas, se llevó también por delante a empresas de diferentes sectores y que sentó las bases de una “nueva normalidad” que algunos aún sufren.

Saltó considera que tanto los confinamientos como las restricciones “se podrían haber gestionado de forma diferente y, cinco años después, pienso que Lleida fue castigada de forma excesiva con el cierre perimetral del Segrià”. No obstante, reconoce que los ERTE, que se aplicaron a más de 30.000 trabajadores leridanos, “funcionaron muy bien y ayudaron a salvar miles de puestos de trabajo, pero no todo fue como se esperaba, ya que hay empresas que todavía están devolviendo los créditos ICO”. Como nota positiva, Saltó cree que la pandemia sirvió para que las empresas apostaran por la digitalización y los fondos Next Generation ayudaron a reforzar muchas de ellas. No obstante, cree que estas ayudas europeas “no se aprovecharon lo suficientemente bien para transformar nuestro territorio”.

Por su parte, el secretario general de la Federación de Hostelería, Ramon Solsona, coincide con Saltó en calificar de “tsunami” la pandemia. “No se salvó nadie y la principal problemática que tuvimos fue, por un lado, digitalizarnos y, por otro, gestionar todos los ERTO e interpretar el BOE para explicárselo a nuestros asociados”. Llegaron a hacer reuniones online con 400 personas para informarles qué podían hacer para seguir manteniendo a flote sus negocios y, “aunque algunos cayeron, creo que salimos bastante bien”. A nivel de sector, se tuvieron que reinventar con la comida para llevar y adaptando horarios, “pero como nota positiva me quedo con que ahora la gente va a cenar más pronto”, señala Solsona, que no duda en afirmar que la covid “fue la situación más dramática que hemos vivido”.

Manel Llaràs, de Pimec Comerç, considera que “muchos comercios también tienen Covid persistente en sus balances”, en el sentido de que todavía no se han recuperado del todo de las deudas contraídas durante la pandemia. Argumenta que hubo comerciantes que se vieron obligados a pedir préstamos a intereses altos para poder devolver los créditos, al estar tanto tiempo sin generar ingresos para afrontar los gastos, y aún “arrastran consecuencias económicas” por ello. “Hubo cierres, aunque no tantos como lo que pensábamos, sobre todo entre los que estaban más endeudados o habían hecho una inversión”, apunta, aunque incide en que “5 años después, nuestro tejido comercial aún se resiente y no ha curado heridas”. Por contra, afirma que “el covid fue un acelerador para adaptarnos a los formatos digitales para ser más competitivos”. Maria Rosa Armengol, de la Federación de Comercio, subraya que “la afectación fue tremenda, pero la capacidad de resiliencia fue admirable”. “Los comerciantes tuvieron que pedir líneas de crédito porque estaban cerrados y había que seguir pagando a los proveedores. Hubo ayudas, pero después había que tributarlas”, recuerda, y elogia la labor de los empleados del comercio. “Cuando se pudo abrir, fueron la cara visible y pudieron ser focos de contagio”, indica. Añade que “mantuvimos la paz social con los sindicatos CCOO y UGT y de ahí nació el Fòrum Secore, para ir juntos todas las organizaciones en cuestiones importantes de ciudad”.

Titulars del dia

* camp requerit
Subscriu-te a la newsletter de SEGRE
tracking