Un juzgado de Lleida perdona una deuda de más de 71.000 euros a una mujer que perdió el empleo durante la pandemia
La afectada, que se ha acogido a la Ley de Segunda Oportunidad, sufrió complicaciones con un contrato inmobiliario

Vista de la seu dels jutjats de Lleida al Canyeret. - SEGRE
El Juzgado Mercantil número 1 de Lleida ha concedido la exoneración de una deuda de 71.594 euros a una vecina de la ciudad que había caído en insolvencia debido a una concatenación de circunstancias económicas adversas derivadas del coronavirus y un error contractual inmobiliario. La resolución judicial, dictada recientemente, considera a la mujer como deudora de buena fe, permitiéndole acogerse a los beneficios de la Ley de Segunda Oportunidad.
La situación de insolvencia de la afectada comenzó a gestarse tras su divorcio en 2004, cuando decidió comprar el piso donde residía con su hija a su exmarido. "Me dejó solamente con 500 euros, sin acceso a las cuentas bancarias porque estaban a su nombre. Vivíamos en su piso, que se lo había alquilado, y temía que nos echara, así que decidí comprárselo en 2006", explica la mujer, quien tuvo que compatibilizar dos empleos para afrontar los pagos y solicitó préstamos y una hipoteca de 72.000 euros.
Con el tiempo, su situación financiera se fue deteriorando, viéndose obligada a solicitar préstamos adicionales y tarjetas de crédito para llegar a fin de mes. "Cuando me veía apurada, pensaba que era una solución, pero fue un gran error", reconoce. A esto se sumó que "mi exmarido dejó de pagar la pensión alimenticia y todos los gastos recaían sobre mí. Incluso, pagué yo sola los estudios universitarios de mi hija con mucho esfuerzo y sacrificio".
El impacto decisivo de la pandemia
La crisis sanitaria del Covid-19 supuso el golpe definitivo para su economía. Durante el confinamiento, perdió sus dos empleos y tuvo que solicitar nuevos préstamos para cubrir necesidades básicas. "Pensaba que, cuando todo pasara, retomaría mi empleo en ambos trabajos, pero no fue así. Incluso, cuando mi hija ya trabajaba, me tuvo que ayudar, pero mi cuenta corriente siempre estaba en números rojos", lamenta la afectada.
Como si fuera poco, al iniciar una nueva relación e intentar formalizar un contrato de alquiler con opción a compra de su vivienda, surgió otro problema: "La inmobiliaria redactó un contrato de compraventa con pago aplazado en lugar del acuerdo inicial", lo que provocó que las cuotas que recibía no cubrieran la hipoteca. "Cada mes tenía que poner dinero de mi bolsillo, porque abonaban 400 euros y mi hipoteca era de 700 euros", añade.
La espiral de endeudamiento y la búsqueda de soluciones
Tras la pandemia, la mujer solo consiguió recuperar uno de sus dos trabajos, lo que la llevó a solicitar más créditos mientras buscaba otro empleo. "Pensaba que ésta era una solución, como tantas otras personas en una situación de insolvencia, pero esa espiral de endeudamiento provocó que su deuda no parara de crecer", explica Marta Bergadà, abogada que ha llevado el caso.
La cercanía a la edad de jubilación dificultó encontrar un segundo empleo, lo que hizo insostenible su situación económica. Fue entonces cuando descubrió la Ley de Segunda Oportunidad a través de Internet. "Al principio era reacia y no me lo creía. Había consultado a otro despacho y no me dio confianza, llegando a pensar que era una estafa", comenta la afectada, quien finalmente contactó con Bergadà Abogados en octubre de 2024.
El acoso de los acreedores
Durante el proceso de endeudamiento, la mujer sufrió la presión de entidades financieras y empresas de recobro. "Las llamadas y correos electrónicos de los bancos y las empresas de recobro de deudas eran horribles. Eran amenazantes. Incluso, un día se presentó en mi trabajo la directora de una entidad bancaria reclamando el dinero y fue una situación humillante e imposible de olvidar", relata.
La abogada Marta Bergadà señala que "muchas veces los bancos y este tipo de empresas cruzan la línea legal y ética al emplear tácticas intimidatorias que no sólo son contraproducentes, sino que también pueden constituir violaciones de los derechos personales del deudor".
La liberación de la deuda
Finalmente, el juez titular del Juzgado Mercantil número 1 de Lleida ha decidido perdonar la deuda de 71.594 euros a la afectada. "Cuando me llamaron de Bergadà Abogados y me dijeron que se me había exonerado el pasivo insatisfecho gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad estaba trabajando y me puse a llorar", cuenta emocionada.
La resolución supone un nuevo comienzo para esta vecina leridana: "Ahora puedo empezar de cero. Tengo claro que no quiero más tarjetas de crédito, porque lo he pasado tan mal que les tengo terror. Pero lo más importante es que puedo comenzar mi vida de nuevo".
Marta Bergadà destaca que "este caso es un ejemplo claro de cómo una persona trabajadora, que ha hecho todo lo posible por salir adelante, puede verse atrapada por deudas ajenas a su voluntad" y añade que "la Ley de Segunda Oportunidad está precisamente para permitir que personas de buena fe puedan empezar de nuevo sin el peso de una mochila económica que no les permite avanzar".
La letrada concluye señalando que, aunque cada vez más personas recurren a este mecanismo jurídico, todavía es poco conocido entre la población general, siendo fundamental visibilizar estas soluciones legales para quienes se encuentran en situación de sobreendeudamiento.