ENERGÍA
Aqualia genera electricidad a partir de hidrógeno en la depuradora de Lleida
El primer ensayo exitoso en Ponent se enmarca en el plan de I+D de la compañía

El prototipo de generador de electricidad a partir del hidrógeno destilado del biogás genera 36 kw/día. - AMADO FORROLLA
Aqualia, la filial de FCC que gestiona el ciclo del agua en la ciudad de Lleida, ha sido la primera empresa que logra producir en Ponent electricidad a partir de hidrógeno. Lo ha hecho en la planta depuradora de aguas residuales de Sot de Fontanet, donde tiene en marcha varios proyectos de economía circular y de innovación relacionados con la energía.
Aqualia, la división del grupo FCC que gestiona el ciclo urbano del agua de Lleida, ha marcado un hito local en la transición energética al situarse como la primera empresa de Ponent que logra generar electricidad a partir de hidrógeno, algo que ha conseguido en la depuradora de Sot de Fontanet.
La experiencia, “lista para ser escalada”, explica el delegado de Aqualia en Lleida, Jaume Giribet, es uno de los programas de I+D que ha desarrollado la empresa en Lleida, donde dispone de un hub tecnológico que ocupa a cinco personas.
El proceso comienza inyectando el biogás que se genera en la depuración del agua residual, que llega al circuito con una pureza del 60% que crece al eliminar con sistemas de filtraje la presencia de ácido sulfhídrico y otros componentes más de la humedad. Tras separar el metano del biogás y desechar el CO2 presente, el hidrógeno resultante va a la pila, que mediante un proceso electroquímico genera electricidad y calor.

El biometà procedent del biogàs alimenta 12 dels 30 cotxes de la flota d’Aqualia. - AMADO FORROLLA
El dispositivo, de una potencia de 1,5 kw, tiene capacidad para producir diariamente 36 kw, el consumo de cuatro hogares estándar, un volumen insignificante en unas intalaciones que consumen al cabo del año casi cuatro GW (gigawatios, millones de kw) aunque, en este caso, el valor es cualitativo. “Lo que queríamos era testar esa tecnología, y eso lo hemos hecho”, anota Jordi Palatsí, responsable de la planta.
Los digestores anaeróbicos de fangos de la depuradora de Lleida permiten producir cada año 9.000 toneladas de fertilizante orgánico y 1,5 millones de m3 de biogás, la mayoría del cual destinado a los motores de cogeneración que cubren el 60% de la demanda junto con las placas solares.
La planta, que lleva 31 años operativa, fue pionera en 2014 en certificar su huella de carbono y en 2023 en lograr un balance de emisiones cero, aunque una parte de compensación requirió la adquisición de bonos de CO2.
Dispone de cuatro plataformas para ensayos tecnológicos y trabaja en varios proyectos de economía circular como la produccion de ectoína, una molécula que se utiliza en cosmética para mejorar la hidratación de la piel y su protección frente a agentes externos y que cotiza a mil euros los cien gramos, y de ácido capróico, que se utiliza en la industria alimentaria, y ha iniciado otro con San Miguel para fabricar proteína animal.
Uno de los principales subproductos que genera la depuración de las aguas es el biogás, que se convierte en biometano cuando se le extrae el CO2, el ácido sulfídrico y otros componentes, algo que, en el caso de la planta leridana, permite elevar su pureza del 60% al 90%.
El biometano también ha permitido reducir las emisiones de la depuradora, ya que es el principal combustible de 12 de los 30 vehículos, furgonetas principalmente, que integran su flota. Tienen una autonomía de 400 km y repostan una vez por semana.