SANIDAD
Los CAP de Lleida, obligados a cerrar las sillas de ruedas con llave para evitar robos
Se pide a la tarjeta sanitaria para prestarlas a pacientes y la recuperan al retornarla

Los CAP tienen sillas de ruedas a disposición de los pacientes.
Centros de Atención Primaria (CAP) de Lleida se han visto obligados a mantener bajo llave las sillas de ruedas que prestan a los pacientes con problemas de movilidad después de haber sufrido robos. Este diario ha podido saber que al menos en el de Onze de Setembre se han registrado tres sustracciones de sillas, que el personal del CAP dejó a personas que las solicitaron y que se llevaron fuera del centro y nunca las devolvieron.
Por ello, ahora las sillas están en una estancia cerrada con llave y antes de prestarlas los solicitantes deben entregar su tarjeta sanitaria en el mostrador y se les devuelve cuando la retornan. De este modo, si la silla no es devuelta saben qué persona la tiene y a quién reclamarla. Una portavoz del área de Atención Primaria indicó que “este es el nuevo protocolo para evitar incidentes que han ocurrido en el pasado”.
En el Arnau de Vilanova también piden documentación para prestar sillas de ruedas a los pacientes que las necesitan para desplazarse a consultas y pruebas.
Por otra parte, el segundo módulo prefabricado instalado junto al CAP de Balàfia-Pardinyes-Secà ya está en funcionamiento y a él se ha trasladado la dirección del centro, según afirmó la misma portavoz de la Atención Primaria. Asimismo, en el primer módulo, que fue colocado durante la pandemia de Covid, no está destinado a la vacunación, como en campañas anteriores, sino a otros servicios, como fisioterapia y nutrición.
Las vacunas se inyectan ahora en consultorios en el interior del CAP, para evitar que las personas tengan que hacer cola en la calle, con las bajas temperaturas. De hecho, un cartel en ese módulo indica que en él se ofrecen “servicios asistenciales”.
En otro orden, el aparcamiento exterior situado detrás de este centro sigue vallado, después de que su acceso fue cerrado en 2023 cuando una persona sufrió una caída a causa del pavimento levantado por las raíces de los árboles. Así, lleva dos años inutilizado e incluso están creciendo las malas hierbas.