Los 27 posponen la votación para la oficialidad del catalán en la UE y piden a España seguir negociando
Al menos diez estados miembros han instado al gobierno español a aplazar la decisión

Reunión del Consejo de Asuntos Generales de la UE.
La votación para la oficialidad del catalán en la Unión Europea ha quedado pospuesta ante la falta de unanimidad entre los 27 para validar la petición de España. Según ha podido saber la ACN, al menos debe estados miembros han pedido en el gobierno español que retirara la votación por las dudas legales y económicas que todavía mantienen algunos gobiernos nacionales. Así, el ejecutivo de Pedro Sánchez ha chocado de nuevo con las reticencias de parte de las capitales europeas. En la agenda de la reunión del Consejo de Asuntos Generales de la UE, la oficialidad de las tres lenguas constaba como a punto de adopción. Sin embargo, las dudas de algunos estados miembros han provocado que los ministros de Asuntos Europeos reunidos este martes en Bruselas hayan decidido posponer la decisión.
En las primeras intervenciones durante la discusión sobre la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego durante la reunión del Consejo de Asuntos Generales, al menos diez países han pedido en España que retire la votación del punto y que continúe con el debate, ya que consideran que es prematuro tomar una decisión. Entre estos está Suecia o Alemania.
España ha puesto sobre la mesa una propuesta que planteaba una implementación progresiva del catalán, el vasco y el gallego y al mismo tiempo garantizaba que los gastos económicos derivados de la medida los asumiría el gobierno español. Hasta el último momento, el ejecutivo de Pedro Sánchez ha presionado a los socios europeos para poder ampliar la lista de lenguas oficiales de la UE, ya que la oficialidad del catalán en la UE es uno de los acuerdos entre el PSOE y Junts para hacer presidenta del Congreso a Francina Armengol, un compromiso que posteriormente derivó en la investidura de Pedro Sánchez.
El gobierno español necesitaba que ningún estado miembro posicionara en contra de la propuesta, ya que la medida requiere la unanimidad de los 27 para ser aprobada. Sin embargo, de nuevo, el ejecutivo ha chocado con las dudas de algunos estados miembros, que finalmente han decidido apartar la decisión. La votación sobre la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego podría volver a la mesa de los 27 en la próxima reunión del Consejo de Asuntos Generales de la UE, que se celebrará el próximo 24 de junio.
A su llegada a la reunión de este martes, varios ministros han expresado que mantenían dudas sobre la cuestión y han pedido más tiempo por poder analizar la propuesta y sus implicaciones. El ministro de Asuntos Europeos de Finlandia, Joakim Strand, ha asegurado que el tema no estaba lo bastante "maduro" y que seguían existiendo "preocupaciones", no sólo por parte de los estados miembros, también desde los servicios jurídicos del Consejo de la UE. "Esperamos que no tengamos que votar hoy, porque todavía hay dudas", ha afirmado el finlandés antes de empezar la reunión.
Argumentos defendidos por España
En su batalla para conseguir la unanimidad de los 27, España había puesto sobre la mesa una propuesta de implementación progresiva de la oficialidad y se había comprometido a asumir los costes económicos de la medida, que la Comisión Europea estimó en 132 millones de euros. Además, para convencer al resto de gobiernos, la mayoría de los cuales gobernados por partidos de la órbita del Partido Popular Europeo (PPE), que tiene mayoría en el Consejo de la UE, el ejecutivo español ha hecho circular en los últimos días una serie de documentos en que defiende que dar el estatus de lengua oficial de la UE al catalán, el vasco y el gallego no supondrá un precedente para otras lenguas minoritarias o minorizadas. Por ejemplo, entre los países bálticos, el temor es que genere un precedente para el ruso, mientras que en Chipre pasa también con el turco.
En este sentido, la responsable de Asuntos Europeos de Chipre, Marilena Raouna, ha destacado al llegar a la reunión que lo más importante es que la oficialidad del catalán no genere un "precedente" para otras lenguas. Raouna ha admitido que el país que ha estado dando apoyo a la medida "constructivamente", pero ha pedido también consenso y evitar que la aprobación suponga que otras lenguas puedan intentar pedir lo mismo en el futuro.
Desde el ministerio de Exteriores de José Manuel Albares han explicado que España ha defendido en las reuniones de preparación de la reunión de este martes que la propuesta planteada está "hecha a medida" para los casos concretos del catalán, el vasco y el gallego. El ejecutivo ha reiterado en varias ocasiones que la oficialidad de estas no supondrá un precedente porque se trata de tres lenguas reconocidas desde hace décadas en la Constitución española y que son oficiales y se pueden utilizar tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado, cosa que no pasa con otras lenguas minoritarias en la UE como es el caso del ruso.
Otro de los grandes argumentos de Madrid es que el catalán es una lengua hablada por millones de personas en la UE y que, en algunos casos, supera de largo la cantidad de hablantes de otras lenguas que sí que tienen el estatus de oficial. Concretamente, el catalán tiene unos 10 millones de hablantes en la UE y, en comparación con las 24 lenguas oficiales de la UE, es la decimotercera más hablada, por delante del inglés, el danés, el finés, el sueco o el gaélico.
Sin embargo, los argumentos del gobierno de Pedro Sánchez no han convencido a los socios europeos, de que finalmente han apostado por posponer la decisión. En los últimos días, el Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo también ha presionado para que los gobiernos conservadores de la UE se opusieran a dar apoyo a la petición española.
El secretario general del PPC, Santi Rodríguez, admitió el lunes que Feijóo había hecho llamadas a otras capitales europeas para pedir que se mostraran en contra. “Si ha habido llamadas es porque también hay en sentido contrario”, dijo Rodríguez. “El que actúa por un interés político tiene que asumir que los otros hagan lo mismo”, sentenció.