Un anuncio de lo más redondo

Con el coronavirus sobre nuestras cabezas las empresas publicitarias han aguzado su ingenio para crear promociones que mezclen sus productos con mensajes de ánimo a los ciudadanos. Ya hemos visto, todos excelentes, los de Yoigo, Securitas o Santa Lucía, o incluso otro con Macaulay Culkin destacando que, en su momento, ya se quedó solo en casa. Sin embargo el mejor con diferencia, o al menos en casa así nos lo parece, es el de Campofrío, que de la mano de su agencia habitual, McCann, ha recuperado aquel viejo monólogo del maestro Miguel Gila (1919-2001) en el que, uniformado y teléfono en mano, hablaba con el enemigo para saber a qué hora iba a atacar y pedirle si podía aplazarlo “porque tenía muchas cosas que hacer”. Confundidos en negro y a los sones del Canon de Johann Pachelbel, van impresionándose mensajes de solidaridad a los voluntarios que están ayudando a los más necesitados y, sobre todo, al servicio sanitario para rematar con un “Esta guerra la vamos a ganar!” y con “Que nada ni nadie cambie nuestra manera de disfrutar la vida”.