Tú como líder, si no avanzas, retrocedes
(*) Economista y doctoranda en educación l HRBP l Consultora en desarrollo de Talento y Liderazgo l CEO de TalensIA: Talento, Ciencia e Innovación.
E xacto, porque si tú no avanzas te estancas, pero tu competencia sí lo hace, por lo que, si no avanzas, si no te preguntas continuamente cómo mejorar e innovar y lo compartes con tu equipo, te quedarás atrás.
Pero no pienses que no tienes creatividad, pues las ideas nuevas no surgen de la nada. Los inventores siempre se basan en lo que ya existe. Por lo tanto, es necesario examinar bien el tema, delegar y compartir esta investigación con todos los miembros de tu equipo para aprender lo máximo sobre él, antes de que se planteen mejoras.
Es fundamental entender que los nuevos descubrimientos no aparecen por arte de magia. A veces, los inventores ocultan el proceso de creación para aumentar el interés y el misterio. Pero los nuevos conceptos surgen siempre de algo previo. Por tanto, antes de implementar una nueva y destacada idea, es necesario investigar detalladamente lo que otros ya han hecho. Conocer los patrones y teorías previas es esencial antes de poder desarrollar una nueva visión. Siempre podemos hacer más, mejorar y actualizar. Y si alguna vez te preguntas cómo alguien pudo inventar algo tan ingenioso como los auriculares inalámbricos, recuerda que antes existían los auriculares con cable. Todas las ideas están conectadas. Todas las innovaciones notables se desarrollan en equipo. Juntos, los individuos resuelven problemas complejos y buscan salidas diferentes a callejones sin salida. Intentan comprender la naturaleza de las cosas, cometen errores, consultan con colegas y profundizan en cuestiones complicadas. Las vías muertas, los pasos atrás y la búsqueda de nuevos caminos moldean el proceso de creación de descubrimientos. Para eliminar un inconveniente es necesario comenzar a actuar. No te preocupes por los posibles errores y obstáculos, ya que son parte integral de cualquier innovación y aprendizaje. No pienses en si cuentas con suficientes recursos o es el momento apropiado para empezar. Solo da el primer paso y avanza.
Evita obstruir el flujo de ideas, por muy pobres que parezcan al principio. Sigue adelante, podrías estar al borde de un hallazgo. Las personas que han cumplido objetivos duraderos y han cambiado el mundo tienen ciertas cosas en común. Pueden inspirar a quienes las rodean porque piensan, actúan y se comunican de un modo que las diferencia de los demás: toman decisiones, se arriesgan, asumen las consecuencias y siempre avanzan. Por otro lado, en cuanto al enfoque, las empresas que se centran en el QUÉ pueden despertar nuestro interés, pero sus productos siguen pareciendo poco atractivos. A nadie le importa el QUÉ hasta que el PORQUÉ resuena en su interior. Los mejores productos y servicios pueden ser atractivos, pero insuficientes para generar un sentimiento de pertenencia. Una empresa que nos cuenta por qué hace lo que hace generará clientes fieles que comparten creencias similares. Las empresas de éxito saben identificar a los clientes que comparten sus ideas. La cultura que formamos nos ayuda a alcanzar el éxito, no únicamente nuestra tecnología.
En este sentido, las historias son esenciales para una empresa. Explican cómo y por qué se fundó, comunican su finalidad y presentan a las personas que hay detrás de la marca. Hacen que la empresa sea más humana a los ojos de los clientes, por lo que consigue resonar en ellos, así que, todos nuestros procesos creativos que culminen con una innovación, deberemos novelarlos, para garantizar que ese avance siga conectando con las creencias de nuestros clientes.
Establecer una conexión humana implica empatía, transparencia, autenticidad y curiosidad para innovar, mejorar y seguir avanzando.