SEGRE

Creado:

Actualizado:

No estuvo nada bien el president Illa el viernes en el Parlament cuando dijo que en el tema de la peste porcina africana no cabe la crítica política. Por supuesto que cabe la crítica política, y más todavía cuando existe la posibilidad de que el virus proceda de un centro del IRTA. Es posible que estuviera nervioso por las críticas que se le han hecho por el hecho de que no hubiera cancelado su estancia en la Feria del Libro de Guadalajara ante la grave crisis desatada en Catalunya. La noche le probó y ayer fue otro. Estuvo bien en la rueda de prensa que ofreció por la mañana explicando que no puede confirmar ni desmentir que el virus haya salido de un laboratorio de la Generalitat, pero se está investigando y, además, se hará una auditoría de protocolos de bioseguridad en todos los centros científicos de la zona para asegurar que esta posibilidad no se produzca, si la investigación determina que no ha sido el origen del brote, o no se repita, en el supuesto de que sí lo haya sido. Por fortuna, el President ha contado durante esta crisis con una actuación modélica del conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, que ha estado transparente y ha dado una sensación de honestidad que han agradecido el sector y el conjunto de la sociedad. Y no solo eso. La reacción cuando se tuvo conocimiento del brote ha sido muy buena. Se ha impedido que el virus saliera de los 6 kilómetros a la redonda de donde apareció el primer caso, en la sierra de Collserola, con una rápida activación de protocolos que ha satisfecho a organizaciones agrarias. Otra cosa sería que el virus proceda de un laboratorio de la Generalitat, en cuyo supuesto la crisis tendría grandes consecuencias políticas. Sorprende, y no para bien, que la posibilidad de que el virus haya salido de un centro del IRTA no la comunicara el viernes la administración autonómica, sino la central, y más aún teniendo en cuenta que los dos gobiernos son socialistas. Esperemos que esta crisis no degenere en un enfrentamiento entre ejecutivos como ocurrió con la dana. Solo el hecho de plantearse esta posibilidad provoca enorme pereza y mayor inquietud. La semana que viene se sacrificarán 80.000 animales de 55 granjas de la zona afectada, todas en Barcelona, con la garantía absoluta de que no hay riesgo para el consumo humano, no solo porque este virus no se transmite a personas, sino porque todos los análisis en estas granjas han resultado negativos. Los niveles de bioseguridad de las explotaciones ganaderas son altísimos. Confiemos en que la administración se comporte a la altura de las circunstancias y la desafortunada intervención de Illa el viernes en el Parlament, corregida ayer con los anuncios y las explicaciones que dio en rueda de prensa, sea solo una anécdota en una crisis que hay que zanjar de forma rápida porque afecta a un sector que, solo en Lleida, mueve una producción por valor de 1.430 millones de euros en 2.345 granjas.

Titulars del dia

* camp requerit
Subscriu-te a la newsletter de SEGRE
tracking