“Somos fósiles excavando fósiles”

LA PLATAFORMA

A principios de este año Amazon Prime estrenó la ópera prima del guionista británico David Macpherson, en la que se narra la historia de misterio sobrenatural de la tripulación de la plataforma petrolífera de Kinloch Bravo, cuya propiedad es de Pictor Energy, una empresa al borde de la bancarrota a causa de los tratados medioambientales internaciones. Dirigida por John Strickman (Line of Duty, X Company) y Alex Holmes (Dominion, Paula), la trama arranca cuando el equipo liderado por Magnus (Iain Glen) está a punto de regresar a tierra firme para disfrutar de un descanso con los suyos, cuando es sorprendido por una misteriosa niebla que envuelve a la plataforma y les deja incomunicados del mundo exterior, quedando así a merced de un –para nada amistoso– poder sobrenatural que no tardará en cobrarse su primera víctima. Las relaciones –así como las lealtades y la lucha por el poder– entre los personajes, junto con la incertidumbre por descubrir qué está ocurriendo exactamente y el análisis de los efectos de un confinamiento involuntario en la psicología humana, son una de las bazas principales con las que juega el desarrollo de esta serie.

Compuesta por seis episodios de poco menos de 50 minutos de duración cada uno, nos encontramos ante una montaña rusa de constantes giros emocionales de los personajes –y sus reacciones, en ocasiones exageradas– que pueden llegar a descolocar al espectador: el reparto puede pasar de padecer el más sentido dolor a sentir la más absoluta de las indiferencias, o del inquebrantable sentido de equipo a urdir la más ruin de las conspiraciones. Efectivamente, el verdadero papel principal recae en las intenciones ocultas de cada uno de los miembros de la tripulación, mientras tratan de sobrevivir a una serie de extraños sucesos –a veces predecibles, otras no tanto– para poder regresar a sus hogares.No pasará a la historia, pero no es una mala opción para pasar una maratón de fin de semana. Una forma narrativa clásica adaptada a un escenario inhóspito e incomunicado como es una plataforma petrolífera –algo que Macpherson conoce de primera mano, pues su padre trabajó en una durante años–, que trata también de enviar un sutil mensaje acerca de la concienciación climática –y es que el propio Macpherson ha estado involucrado con organizaciones contra el calentamiento global, además de contar con una maestría en estudios ambientales.