Guimerà retrocede a la Edad Media con su exitoso Mercat Medieval

Visitar este fin de semana Guimerà es como retroceder en el tiempo hasta la Edad Media. Y es que además de acoger su Mercat Medieval, decorado expresamente para la ocasión, Guimerà ya es por si solo uno de los pueblos con más encanto de Catalunya. Al ser catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional, las estrechas y empinadas calles y las casas de piedra entre numerosas arcadas se han mantenido intactas con el paso del tiempo.

La primera jornada de la 24 edición del Mercat Medieval de Guimerà fue un éxito absoluto y pudo celebrarse como estaba previsto al no verse afectada por las tormentas de los últimos días. El certamen registró gran afluencia de público, el hecho que no hiciese mucho calor motivó que las calles se llenasen de visitantes desde primera a última hora, por lo que era necesario hacer auténticos malabarismos para poder circular. El alcalde, Salvador Balcells, dijo que durante el fin de semana esperan que pasen unas 20.000 personas. También destacó que el mercado es posible gracias a la colaboración de unos 170 vecinos. El Mercat Medieval Gui reúne un centenar de paradas con productos propios de la Edad Media así como una quincena de artesanos que hacen demostraciones de antiguos oficios, entre los que hay una hilandera, el forjador o el soplador de vidrio. Roger Rosich, de la organización, destacó la alta demanda de paradistas que registra el mercado ya que “recibe una gran afluencia de público”. El recinto está amenizado por pasacalles y actuaciones de juglares con sonidos medievales, a cargo de La Cremallera Teatre; demostración de tiro con arco y un taller infantil de máscaras. El Narigut, un peculiar monstruo, interactúa con los visitantes en su estancia en Guimerà. Estos también pueden subir en un ‘carrilet’ y acceder a la parte alta del pueblo. La jornada de ayer estaba previsto que finalizase con una obra de teatro y hoy domingo continúan las actividades durante todo el día.

Escenifican la restricción de libertades de la Edad Media Petites llibertats es el título de la obra que se escenifica y explica la restricción en libertades que tenían las personas en la Edad Media. El relato se centra en dos personajes, la Sibil·la, hija pequeña del barón, y la del monje Ricard, hijo de unos sirvientes del castillos. Los dos escaparán de sus destinos, de formas diferentes, para poder sentirse libres. La Sibil·la irá a un convento en lugar de casarse con un noble para poder gozar de una vida tranquila mientras que Ricard decide convertirse en juglar descartando ser monje. El grupo local Wigmar Teatre escenifica la obra, cuyo autor es Roger Rosich. Tratando las libertades, pretenden hacer un homenaje a los políticos presos y exiliados.