Buñuelos de Cuaresma: la receta fácil y práctica para hacerlos en casa
Este dulce típico de la Semana Santa, también conocido como buñuelo de viento, es una preparación casera que combina ingredientes básicos con aromas de vino blanco y matalahúga

Buñuelos de Cuaresma.
Los buñuelos de Cuaresma representan uno de los dulces más emblemáticos de la gastronomía catalana durante el periodo cuaresmal y la Semana Santa. Esta preparación tradicional, elaborada a partir de una masa de harina frita en aceite y posteriormente azucarada, se caracteriza por su textura especialmente esponjosa, motivo por el cual también reciben el nombre de 'buñuelos de viento'.
Tradicionalmente, estos dulces se encontraban en las pastelerías sólo los miércoles y viernes de Quaresma, aunque actualmente se pueden adquirir diariamente durante todo este periodo. Cabe decir que su sencilla elaboración ha hecho que sean principalmente un dulce casero, con recetas que han pasado de generación en generación, especialmente en zonas como el Empordà, donde incorporan matalahúga y cilantro en la masa.
La tradición dicta que los buñuelos se tienen que elaborar en casa entre Jueves Santo y Viernes Santo, en un ritual familiar que culmina con el reparto de estos dulces entre vecinos y amigos. Este carácter casero ha propiciado la aparición de numerosas variantes según la zona geográfica.
Características principales de los buñuelos de Quaresma
Lo que diferencia los buñuelos de Quaresma de otras variedades es la aromatización de la masa con vino blanco, ralladura de cítricos y anís en grano o matalahúga. Aunque la base sea similar (una masa frita con forma circular), existen múltiples variantes tanto dulces como saladas, desde rellenos de crema o nata hasta opciones con bacalao o verduras.
Ingredientes necesarios
Para elaborar los auténticos buñuelos de Quaresma necesitaréis: 150 ml de leche, 15 g de azúcar, 75 g de harina, 30 g de mantequilla, 1 huevo, 15 ml de vino dulce, ralladura de un limón, una cucharadita de anís en grano, canela, aceite de girasol y un poco de sal.
Preparación paso a paso
El proceso de elaboración empieza poniendo en un cazo la leche, el azúcar, la mantequilla, el vino dulce, los granos de anís, la ralladura de limón y una pizca de sal. Una vez la mezcla empiece a hervir, hace falta retirarla del fuego, añadir la harina y remover hasta que la masa se desenganche del cazo. Posteriormente se añade el huevo y se mezcla hasta obtener una masa homogénea.
Con la ayuda de dos cucharas, se forman pequeñas porciones redondas que se fríen en aceite de girasol caliente (pero no excesivamente, para garantizar una cocción uniforme). Cuando los buñuelos estén dorados, se retiran y se colocan sobre papel absorbente. Finalmente, una vez templados, se pasan por azúcar y/o canela para darles el acabado tradicional de este dulce tan arraigado a nuestra cultura gastronómica.