Así es el permiso laboral retribuido de cuatro días que se puede coger sin preaviso: quién puede solicitarlo y por qué motivos

Los trabajadores en España cuentan con un permiso laboral retribuido de cuatro días que pueden solicitar sin necesidad de preaviso cuando se enfrentan a emergencias familiares, según establece el Estatuto de los Trabajadores. Este derecho, recogido específicamente en el artículo 37.9, permite ausentarse del trabajo de forma justificada y manteniendo la retribución en situaciones que requieran atención urgente e inmediata de familiares o personas convivientes, constituyendo una importante protección para los trabajadores en momentos críticos.

El citado artículo especifica que "la persona trabajadora tendrá derecho a ausentarse del trabajo por causa de fuerza mayor cuando sea necesario por motivos familiares urgentes relacionados con familiares o personas convivientes, en caso de enfermedad o accidente que hagan indispensable su presencia inmediata". Para hacer efectivo este derecho, el trabajador deberá presentar la documentación que acredite el motivo de su ausencia. Una vez validada esta justificación, la empresa debe garantizar que esas horas de ausencia sean debidamente retribuidas, como si el empleado hubiera acudido normalmente a su puesto de trabajo.

Este permiso se caracteriza por su flexibilidad, ya que no es necesario disfrutarlo en días completos consecutivos, sino que puede fraccionarse en horas según las necesidades específicas de cada situación. Esta característica lo convierte en una herramienta particularmente útil para afrontar situaciones imprevistas que requieren una respuesta inmediata pero no necesariamente prolongada.

¿En qué situaciones se puede solicitar este permiso retribuido?

La Unión Sindical Obrera (USO) detalla en su página web las circunstancias concretas en las que un trabajador puede acogerse a este permiso retribuido de cuatro días. Las situaciones contempladas abarcan diversos escenarios de emergencia familiar:

- Casos de fuerza mayor según la jurisprudencia: El Tribunal Supremo ha establecido en diversas sentencias que la fuerza mayor aplica a "aquellos hechos que, aun siendo previsibles, sean sin embargo inevitables, insuperables e irresistibles, siempre que la causa que los motiva sea independiente y extraña a la voluntad del sujeto obligado". Esto proporciona un marco legal sólido para la interpretación de situaciones que pueden considerarse de fuerza mayor.

- Emergencias que afecten a familiares o convivientes: El permiso está específicamente diseñado para atender situaciones urgentes relacionadas con personas del entorno familiar o que convivan con el trabajador, reconociendo así la importancia de las responsabilidades familiares.

- Necesidad de atención inmediata: Para que sea aplicable este permiso, la situación debe requerir una respuesta urgente, como en casos de enfermedad repentina o accidentes que demanden la presencia inmediata del trabajador. En circunstancias menos urgentes, corresponderá aplicar otros tipos de permisos contemplados en la legislación laboral.

Una de las características más destacables de este permiso es su adaptabilidad a las necesidades específicas del trabajador. Como señala la USO, este derecho puede disfrutarse por horas, lo que permite gestionar de forma eficiente el tiempo disponible según los requerimientos de cada situación particular.

Por ejemplo, un trabajador podría utilizar dos horas un día para atender una emergencia médica de un familiar y, posteriormente, emplear otras horas cuando sea necesario hasta completar el equivalente a cuatro jornadas laborales completas a lo largo del año natural. Esta flexibilidad resulta especialmente valiosa para afrontar situaciones como un accidente escolar de un hijo que requiera atención inmediata o una enfermedad nocturna que precise supervisión durante parte de la jornada laboral siguiente.

El carácter retribuido del permiso garantiza, además, que el trabajador no sufra una merma en sus ingresos por tener que atender estas emergencias familiares, proporcionando así una seguridad económica que complementa la posibilidad de responder a estas situaciones imprevistas.

Diferencias con otros permisos retribuidos

Es importante distinguir este permiso de cuatro días de otros contemplados en el Estatuto de los Trabajadores. Mientras que permisos como los de matrimonio, nacimiento de hijo o fallecimiento de familiar tienen una duración predeterminada y están vinculados a eventos concretos, el permiso por fuerza mayor está diseñado específicamente para situaciones imprevistas que requieren una respuesta inmediata.

A diferencia de otros permisos que requieren comunicación previa a la empresa, este puede solicitarse sin preaviso, dada la naturaleza urgente de las situaciones que lo justifican. No obstante, sí es necesario acreditar posteriormente el motivo de la ausencia mediante la documentación pertinente.

¿Cómo se acredita la necesidad del permiso?

Para que el permiso sea reconocido como retribuido, el trabajador deberá justificar documentalmente la situación de emergencia que motivó su ausencia. Esta acreditación puede realizarse mediante informes médicos, partes de urgencias, denuncias policiales o cualquier otro documento oficial que demuestre la existencia de la emergencia familiar y la necesidad de la presencia inmediata del trabajador.

Es recomendable que, a pesar de la urgencia, el trabajador comunique a la empresa su ausencia tan pronto como sea posible, aunque esto pueda realizarse incluso después de haberse ausentado, dado el carácter imprevisible de las situaciones cubiertas por este permiso.

¿Qué ocurre si la empresa deniega el permiso?

Si una empresa se niega a reconocer este derecho cuando se cumplen las condiciones establecidas en el Estatuto de los Trabajadores, el empleado puede reclamar a través de los representantes sindicales o directamente ante la Inspección de Trabajo. La denegación injustificada de este permiso podría constituir una infracción laboral, pudiendo derivar en sanciones para la empresa.

Este permiso representa una importante protección para los trabajadores en situaciones de crisis familiar, garantizando el equilibrio entre las responsabilidades laborales y las necesidades personales urgentes, sin que ello suponga un perjuicio económico ni profesional para el empleado.