Los 4 alimentos que reducen la presión arterial según un estudio británico
Un estudio británico revela que estos compuestos naturales mejoran la función vascular y podrían complementar el tratamiento para la hipertensión

Una persona tomándose la tensión.
Los flavan-3-oles, compuestos naturales presentes en el cacao, té, manzanas y uvas, podrían convertirse en aliados naturales contra la hipertensión, según revela un exhaustivo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Surrey, en Reino Unido. La investigación, publicada recientemente en el 'European Journal of Preventive Cardiology', analizó datos de 145 estudios controlados aleatorizados, descubriendo que estos compuestos pueden tener efectos beneficiosos comparables a algunos medicamentos en la reducción de la presión arterial, especialmente en personas con hipertensión.
El estudio no solo destaca la capacidad de estos alimentos para regular la tensión arterial, sino que también señala su efecto positivo en la función endotelial, el revestimiento interno de los vasos sanguíneos, que resulta fundamental para mantener una salud cardiovascular óptima. Este hallazgo resulta particularmente relevante en España, donde las enfermedades cardiovasculares continúan siendo una de las principales causas de mortalidad, afectando a millones de ciudadanos anualmente.
Beneficios de los alimentos ricos en flavan-3-oles
El análisis realizado por los científicos británicos demuestra que la incorporación regular de estos cuatro alimentos —cacao, té, manzanas y uvas— en la dieta diaria podría representar una estrategia accesible y natural para combatir la hipertensión. Lo más sorprendente del estudio es que, en determinados casos, la reducción media de la presión arterial observada tras el consumo regular de flavan-3-oles resultó comparable a los efectos de algunos fármacos diseñados específicamente para este propósito.
"Los resultados son alentadores para quienes buscan formas accesibles de controlar su presión arterial y favorecer su salud cardiaca mediante cambios dietéticos agradables", explica el profesor Christian Heiss, autor principal del estudio y catedrático de Medicina Cardiovascular de la Universidad de Surrey. Según el experto, "la incorporación de pequeñas cantidades de alimentos de consumo habitual como el té, las manzanas, el chocolate negro o el cacao en polvo a una dieta diaria equilibrada podría aportar cantidades beneficiosas de flavan-3-oles".
No obstante, Heiss matiza que estos cambios dietéticos no deben sustituir la medicación prescrita ni el consejo médico profesional, aunque podrían constituir "un valioso añadido a un estilo de vida saludable, especialmente para quienes tienen la tensión arterial más alta".
Mecanismo de acción de los flavan-3-oles en el sistema cardiovascular
Los flavan-3-oles son una subclase de flavonoides, compuestos polifenólicos naturales presentes en diversos alimentos de origen vegetal. Su mecanismo de acción en el organismo humano resulta fascinante: estos compuestos mejoran la función endotelial independientemente de los cambios en la presión arterial, lo que sugiere un efecto más amplio y beneficioso en todo el sistema circulatorio.
El endotelio, esa fina capa de células que recubre el interior de los vasos sanguíneos, desempeña un papel crucial en la regulación del tono vascular, la coagulación sanguínea y la respuesta inflamatoria. Un endotelio sano contribuye a mantener la elasticidad de las arterias y prevenir la formación de placas de ateroma, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio o el ictus.
La investigación británica ha demostrado que los flavan-3-oles mejoran significativamente esta función endotelial, lo que explica en parte sus efectos beneficiosos sobre la salud cardiovascular general, más allá de la mera reducción de la presión arterial.
¿Cómo incorporar estos alimentos en la dieta diaria?
Integrar el cacao, té, manzanas y uvas en nuestra alimentación cotidiana no resulta complicado, dado que son productos de fácil acceso en la gastronomía española. El chocolate negro con alto contenido en cacao (70% o superior) puede consumirse como postre o tentempié ocasional, mientras que el té, especialmente el verde y el negro, puede reemplazar otras bebidas menos saludables.
Las manzanas, fruta ampliamente cultivada en diversas regiones españolas como Asturias, Cataluña o Aragón, constituyen un aperitivo perfecto para cualquier momento del día. Por su parte, las uvas, tanto frescas como en forma de zumo natural (sin azúcares añadidos), también aportan estos beneficiosos compuestos.
La dieta mediterránea, patrimonio cultural inmaterial de la humanidad y seña de identidad de la gastronomía española, facilita la incorporación de estos alimentos, contribuyendo así a mantener la salud cardiovascular mediante métodos naturales y accesibles.
¿Qué cantidad de flavan-3-oles es recomendable consumir?
Aunque el estudio no establece una dosis específica, investigaciones previas sugieren que un consumo moderado pero regular de alimentos ricos en flavan-3-oles podría ser suficiente para observar efectos beneficiosos. Por ejemplo, una o dos tazas diarias de té, una manzana, o una pequeña porción de chocolate negro podrían aportar cantidades significativas de estos compuestos.
Es importante destacar que estos efectos positivos se observan principalmente con el consumo habitual a largo plazo, no como resultado de una ingesta puntual. Asimismo, los beneficios varían según factores individuales como la edad, el estado de salud previo o la predisposición genética.
¿Pueden estos alimentos reemplazar los medicamentos para la hipertensión?
A pesar de los prometedores resultados, los investigadores son claros al respecto: estos alimentos no deben sustituir en ningún caso los tratamientos médicos prescritos. Como advierte el profesor Heiss: "Aunque no sustituye a la medicación prescrita ni al consejo médico, incluir más alimentos ricos en flavan-3-oles en la rutina diaria podría ser un valioso añadido a un estilo de vida saludable".
Los expertos recomiendan considerar estos alimentos como un complemento a las estrategias convencionales para el control de la hipertensión, que incluyen la medicación adecuada, la actividad física regular, la reducción del consumo de sal y alcohol, y el mantenimiento de un peso saludable.
Los resultados de esta investigación abren nuevas perspectivas en el campo de la nutrición preventiva y la salud cardiovascular, aunque como señala el propio autor del estudio, "son hallazgos que, aunque prometedores, requieren una investigación continua" para determinar con mayor precisión sus aplicaciones clínicas y recomendaciones específicas según perfiles de pacientes.