La Pobleta de Bellveí: descubriendo el tesoro oculto de la Vall Fosca
Este pequeño núcleo con origen medieval conserva calles estrechas llenas de encanto, edificios históricos y una atmósfera única que invita a perderse entre sus callejuelas floridas

Una casa en la Pobleta de Bellveí.
Situado en el portal de entrada de la Vall Fosca, a unos tres kilómetros carretera arriba de Senterada por la L-503, La Pobleta de Bellveí se erige como un auténtico tesoro patrimonial del Pallars Jussà. Este pequeño núcleo histórico, que debe su origen en el antiguo villorrio de Bellveí ubicado en una colina próxima de unos mil metros de altitud, conserva el encanto medieval en sus calles estrechas y edificaciones tradicionales, convirtiéndose en una parada obligatoria para los viajeros que recorren esta comarca pirenaica.
La Pobleta de Bellveí se formó cuando los habitantes del antiguo Bellveí abandonaron su asentamiento original a la edad media para establecerse en la parte plana del término. El nuevo emplazamiento nunca alcanzó las dimensiones suficientes para recibir el nombre de "puebla" (como la vecina Pobla de Segur), quedándose con el diminutivo de "Pobleta". Al principio del siglo XX contaba con 220 habitantes, cifra que actualmente se ha reducido a menos de la mitad. A pesar de eso, el núcleo mantiene una cierta actividad con varios establecimientos hostaleros, un bar, un horno y algunas tiendas. Cada octubre se celebra una tradicional feria de ganado, coincidiendo con la bajada de los rebaños trashumantes de la montaña, una cita que mantiene vivas las tradiciones ganaderas de la zona. Actualmente forma parte del municipio de la Torre de Capdella, pero conserva su personalidad y carácter propios.
Un recorrido por las callejuelas empedradas y rincones floridas
Vale la pena aparcar en la entrada de esta vila florida y recorrer a pie sus calles estrechas, trazados siguiendo el esquema de las poblaciones amuralladas medievales. Durante el paseo, el visitante se encontrará con agradables sorpresas que lo invitarán a inmortalizar el momento con fotografías. Los tiestos con plantas y flores adornan profusamente los diversos rincones del núcleo, aportando vida y color en torno a piedra.
El recorrido empieza dejando atrás la plaza del Portal, con su característica fuente decorada con azulejos y dos piñas de cerámica. En este punto destaca también la fachada del hotel Arturo, apretada de geranios rojos que le confieren un aspecto muy fotogénico. Siguiendo adelante, la calle Major, con su enlosado restaurado hace aproximadamente una década, serpentea y se estrecha progresivamente hasta llegar a la plaza Major, un espacio de dimensiones reducidas pero lleno de encanto.
En la plaza Major encontramos elementos arquitectónicos destacables, como las dos cariátides modernistas que sostienen el balcón del bar Felip, situadas justo enfrente de un curioso angelito de piedra que huele una rosa. Antes de girar a la derecha hacia la iglesia, que se confunde entre caserones y donde resaltan un rosetón, una cruz en relieve y una torreta ochavada en la parte posterior, se puede optar por tomar el pintoresco callejón de Sota Vila. Este callejón, situado a la izquierda, baja pasando por debajo de una galería con barandilla de hierro en dirección a los prados y la arboleda que bordean el río Flamisell.
Patrimonio arquitectónico y elementos singulares de La Pobleta de Bellveí
La iglesia parroquial de La Pobleta constituye uno de los elementos patrimoniales más relevantes del núcleo. A pesar de no ser un templo de grandes dimensiones, presenta varios elementos arquitectónicos de interés, como el rosetón de la fachada, la cruz en relieve y especialmente su torreta ochavada. El edificio se integra perfectamente en el conjunto urbano, confundido entre caserones, siguiendo el patrón constructivo tradicional de la zona.
Los edificios civiles también tienen su protagonismo en La Pobleta. Destacan algunas casas señoriales que conservan elementos arquitectónicos de interés, como portalones de piedra, ventanas geminadas o balconadas con trabajos de forja. El bar Felip, con sus cariátides modernistas sosteniendo el balcón, representa un magnífico ejemplo de esta arquitectura tradicional enriquecida con elementos decorativos singulares.
El urbanismo del núcleo, concebido siguiendo el esquema defensivo de las poblaciones amuralladas medievales, constituye en sí mismo un valor patrimonial. Las calles estrechas y acaracoladas, las pequeñas plazas y los rincones sorprendentes configuran un conjunto armónico que ha sabido conservar su esencia a lo largo de los siglos.
La tradición ganadera y la feria de octubre
La tradición ganadera sigue muy presente en La Pobleta de Bellveí, cómo lo demuestra la celebración anual de la feria de ganado cada octubre. Este acontecimiento, que coincide con la bajada de los rebaños trashumantes de la montaña, representa un momento importante en el calendario local y comarcal, manteniendo viva una actividad económica que ha sido fundamental para la subsistencia de estas comunidades montañesas durante siglos.
La trashumancia, práctica ancestral que implica el desplazamiento estacional de los rebaños buscando los mejores pastos según la época del año, sigue practicándose en la zona. En verano, los rebaños suben a los pastos de alta montaña, mientras que en otoño, con la llegada del frío, bajan a zonas más templadas. Esta práctica ha modelado no sólo el paisaje, sino también las tradiciones, festividades e incluso la arquitectura de poblaciones como La Pobleta de Bellveí.
¿Cómo llegar a La Pobleta de Bellveí?
La Pobleta se encuentra a la entrada de la Vall Fosca, a tres kilómetros de Senterada siguiendo la carretera L-503. Esta vía discurre alternativamente por ambos márgenes del río Flamisell, ofreciendo bonitas panorámicas del valle. Desde la Pobla de Segur, el trayecto es de unos 15 kilómetros, mientras que desde Tremp, capital comarcal, la distancia aproximada es de 30 kilómetros.
El núcleo dispone de una zona de aparcamiento a la entrada, desde donde se recomienda iniciar la visita a pie para disfrutar plenamente de sus calles y rincones. Su ubicación estratégica en la entrada de la Vall Fosca hace de La Pobleta un excelente punto de partida para explorar otros lugares de interés de la zona, como el embalse de Sallente-Estany Gento, accesible mediante el teleférico turístico durante los meses de verano.