Aumenta el uso de pantallas entre menores en España desde 2019: 25 días más al año frente a dispositivos
Un estudio longitudinal de la Gasol Foundation revela el preocupante incremento del tiempo de exposición a dispositivos digitales y la reducción de actividad física en menores

Un niño mirando el móvil.
El uso de pantallas entre niños y adolescentes españoles ha experimentado un incremento de 11,33 horas semanales respecto al período 2019-2020, según revela el Estudio Longitudinal Pasos 2022-2025 elaborado por la Gasol Foundation. Esta investigación, presentada este lunes por el exbaloncestista Pau Gasol en Sant Boi de Llobregat (Barcelona), ha realizado un seguimiento exhaustivo de diversos indicadores de salud en 701 menores de entre 8 y 16 años, durante un periodo medio de 3,58 años.
El informe constituye el primer seguimiento longitudinal de la población analizada en el estudio observacional transversal 'Pasos 1ª edición (2019-2020)', una iniciativa a la que se pretende dar continuidad durante los próximos años para monitorizar la evolución de estos indicadores de salud infantil. La ministra de Sanidad, Mónica García, presente en el acto, ha descrito la obesidad como "una punta del iceberg que esconde las desigualdades e inequidades sociales y las preocupaciones de las familias vulnerables", abogando por un enfoque integral que considere factores socioeconómicos en su abordaje.
Durante su intervención, García ha señalado la importancia de atender los determinantes sociales de la salud y mejorar las condiciones materiales de las familias como estrategias fundamentales en la lucha contra la obesidad infantil. Asimismo, ha destacado el papel que pueden desempeñar los centros educativos como espacios sociales que promuevan la actividad física y proporcionen formación en alimentación saludable.
Reducción de la actividad física y calidad alimentaria
Los resultados del estudio muestran una disminución "sustancial" en la práctica de actividad física moderada o vigorosa (MVPA) entre los participantes durante el periodo analizado. En términos concretos, se ha registrado una pérdida promedio de más de 9 horas mensuales de ejercicio, equivalentes a 18 minutos diarios. Mientras que inicialmente la población estudiada dedicaba 135,26 minutos semanales a actividades físicas de intensidad moderada o vigorosa, esta cifra se ha reducido hasta los 117,25 minutos en el primer seguimiento.
Paralelamente, se ha observado un deterioro significativo en los hábitos alimentarios de los menores. El nivel de adherencia a la dieta mediterránea ha descendido en más de medio punto en la escala KidMed (sobre un total de 16 puntos), pasando de una puntuación media de 7,13 a 6,57 sobre 10. En términos porcentuales, el número de participantes con un nivel alto de adherencia a este patrón alimentario saludable ha caído del 46,1% inicial al 35,3% actual.
Otro dato preocupante que arroja el estudio se relaciona con el bienestar emocional de los menores. Entre la medición basal y el primer seguimiento, el porcentaje de población infantil y adolescente que declara sentirse preocupada, triste o infeliz ha aumentado en 17,3 puntos porcentuales, situándose actualmente en un 35,6%, frente al 18,3% registrado inicialmente.
El impacto de las pantallas en la vida cotidiana
Uno de los hallazgos más significativos del estudio concierne al uso de dispositivos con pantalla. Durante los fines de semana, el tiempo medio dedicado a estos dispositivos ha pasado de 254,78 minutos diarios a 346,3 minutos, lo que supone un incremento de 91,51 minutos. Entre semana, el aumento es aún mayor, pasando de 138,07 a 237,38 minutos diarios (+99,32 minutos). En términos anuales, estos datos implican que la población estudiada dedica actualmente 25 días completos más al año a las pantallas que en el periodo basal.
El cumplimiento de las recomendaciones sanitarias sobre el tiempo máximo recomendado de exposición a pantallas (2 horas diarias) también ha experimentado un notable deterioro. Durante los fines de semana, el porcentaje de menores que respetaba este límite ha caído del 24,8% al 4,5%, una reducción de 20,3 puntos porcentuales. Entre semana, el descenso es aún más pronunciado: del 56,3% inicial al 20,6% actual.
En cuanto a los patrones de sueño, también se observa una tendencia negativa. El porcentaje de participantes que cumple con las recomendaciones de horas de descanso ha disminuido del 64,6% al 61,8% (-2,8 puntos) en las noches entre semana, mientras que en fines de semana la reducción es mucho más acusada, pasando del 53% al 34,9% (-18,1 puntos).
Relación entre hábitos y obesidad infantil
El estudio ha analizado también la relación entre diversos hábitos de vida y el coeficiente cintura/talla, un indicador utilizado para evaluar la acumulación de grasa abdominal y el riesgo de obesidad. Los datos revelan una clara correlación entre ambos factores: en la población que presentó un incremento en dicho coeficiente, en comparación con aquella que lo redujo, se observaron peores indicadores en diversos ámbitos.
Concretamente, los menores que aumentaron su coeficiente cintura/talla realizaban 7 minutos menos de actividad física diaria, mostraban una adherencia a la dieta mediterránea 0,83 puntos menor y acumulaban 117 minutos adicionales semanales de exposición a pantallas respecto a aquellos que consiguieron reducir este indicador antropométrico.