Orbitadores marcianos de la ESA capturaron imágenes únicas del cometa 3I/ATLAS
El cometa interestelar pasó a solo 30 millones de kilómetros de Marte el 3 de octubre de 2025, ofreciendo una oportunidad sin precedentes para su estudio

ExoMars_Trace_Gas_Orbiter_observes_comet_3I_ATLAS_static_pillars
Los dos orbitadores marcianos de la Agencia Espacial Europea han logrado obtener imágenes extraordinarias del cometa interestelar 3I/ATLAS durante su aproximación más cercana al planeta rojo. El pasado 3 de octubre, este visitante de fuera del Sistema Solar pasó a tan solo 30 millones de kilómetros de los satélites, proporcionando la mejor perspectiva entre todos los vehículos espaciales de la ESA.
Cada nave utilizó su cámara especializada para observar el paso del cometa, aunque estos dispositivos están diseñados originalmente para fotografiar la brillante superficie marciana a distancias mucho menores. Los científicos afrontaban la incertidumbre sobre qué esperar de las observaciones de un objetivo relativamente débil a tanta distancia. El ExoMars TGO consiguió capturar una serie de imágenes con su Sistema de Imágenes de Superficie en Color y Estéreo (CaSSIS), revelando al cometa como un punto blanco difuminado desplazándose cerca del centro de la imagen.
Este punto luminoso corresponde al centro del cometa, comprendiendo tanto su núcleo rocoso-helado como la coma circundante. La cámara no pudo distinguir el núcleo de la coma debido a la enorme distancia, comparable a intentar visualizar un teléfono móvil en la Luna desde nuestro planeta.
El fenómeno de la coma y la cola cometaria
La coma, con una extensión de varios miles de kilómetros, se aprecia claramente en las imágenes captadas. Este halo característico se forma cuando 3I/ATLAS se acerca al Sol, ya que el calor solar activa los materiales del cometa, provocando la liberación de gases y polvo. Sin embargo, no fue posible medir las dimensiones completas de la coma porque el brillo de las partículas de polvo disminuye rápidamente conforme aumenta la distancia desde el núcleo.
Normalmente, el material de la coma es arrastrado formando una extensa cola que puede alcanzar millones de kilómetros cuando el cometa se aproxima al Sol. Esta cola, considerablemente más tenue que la coma, no aparece visible en las imágenes actuales, aunque podría manifestarse en futuras observaciones a medida que el cometa continúe calentándose.
Nick Thomas, investigador principal de la cámara CaSSIS, explica: "Esta ha sido una observación extremadamente desafiante para nuestro instrumento. El cometa presenta un brillo entre 10.000 y 100.000 veces menor que nuestros objetivos habituales".

3a/Atlas
Procesamiento de datos en desarrollo
El cometa 3I/ATLAS aún no ha podido ser identificado en las imágenes de Mars Express, en parte porque estas fueron tomadas con un tiempo de exposición de apenas 0,5 segundos (el límite máximo para Mars Express) en comparación con los cinco segundos empleados por el ExoMars TGO.
Los equipos científicos continúan analizando meticulosamente los datos procedentes de ambos orbitadores, incluyendo la combinación de múltiples imágenes de Mars Express para intentar detectar el débil cometa. También han intentado analizar el espectro luminoso del cometa utilizando los espectrómetros OMEGA y SPICAM de Mars Express, y el espectrómetro NOMAD del ExoMars TGO, aunque existe incertidumbre sobre si la coma y la cola presentaban suficiente luminosidad para permitir una caracterización espectral precisa.
El análisis de estos valiosos datos continuará durante las próximas semanas y meses, con el objetivo de descubrir más información sobre la composición de 3I/ATLAS y su comportamiento a medida que se aproxima al Sol.
Un visitante excepcional de origen desconocido
Procedente del espacio interestelar, el cometa 3I/ATLAS representa apenas el tercer cometa interestelar jamás observado, tras el 1I/ʻOumuamua en 2017 y el 2I/Borisov en 2019. Estos cuerpos celestes resultan absolutamente foráneos y contienen pistas fundamentales sobre los procesos de formación planetaria más allá de nuestro sistema solar.
El cometa 3I/ATLAS fue detectado inicialmente el 1 de julio de 2025 por el telescopio ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) ubicado en Río Hurtado, Chile. Basándose en su trayectoria, los astrónomos sospechan que podría tratarse del cometa más antiguo jamás observado, posiblemente unos tres mil millones de años más antiguo que nuestro Sistema Solar, cuya edad se estima en 4.600 millones de años.
Observaciones futuras y próximas misiones
El próximo mes, la ESA tiene previsto observar el cometa con su explorador Juice (Jupiter Icy Moons Explorer). Aunque Juice se encontrará a mayor distancia de 3I/ATLAS que los orbitadores marcianos durante las observaciones de la semana pasada, podrá estudiar al cometa inmediatamente después de su máxima aproximación al Sol, lo que significa que se hallará en un estado de mayor actividad. Los datos resultantes de estas observaciones no se esperan hasta febrero de 2026.
Estos viajeros espaciales congelados como 3I/ATLAS ofrecen una conexión tangible con nuestra galaxia. Por ello, la ESA está preparando activamente la misión Comet Interceptor, cuyo lanzamiento está programado para 2029. Esta nave esperará en órbita a un objetivo adecuado, ya sea un cometa prístino procedente del distante Nube de Oort o, aunque menos probable pero científicamente fascinante, un objeto interestelar similar a 3I/ATLAS.
Michael Kueppers, científico del proyecto Comet Interceptor, explica: "Cuando se seleccionó Comet Interceptor en 2019, solo conocíamos un objeto interestelar: 1I/ʻOumuamua, descubierto en 2017. Desde entonces, se han identificado dos objetos adicionales, mostrando una notable diversidad en sus características. Una misión de encuentro cercano podría proporcionar avances fundamentales en la comprensión de su naturaleza".