La UE cambia las normas para los propietarios de mascotas: a partir de 2028 tendrán que implantar esta medida
El Parlamento Europeo y el Consejo establecen un marco común que regula identificación, cría, venta y bienestar animal en los 27 estados miembros

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La Unión Europea ha establecido un nuevo marco regulatorio que transformará la identificación y el cuidado de mascotas. El pasado 25 de noviembre, tras meses de negociaciones, el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE alcanzaron un acuerdo provisional sobre el primer marco común para regular mascotas en todo el territorio comunitario. Esta normativa, que entrará en vigor en 2028, establece la obligatoriedad del microchip para todos los perros y gatos, con el objetivo de combatir el comercio ilegal y mejorar el bienestar animal en los 27 países miembros.
El Reglamento de bienestar y trazabilidad de perros y gatos establece requisitos mínimos comunes para toda la Unión. Entre las medidas destacadas, todas las mascotas deberán llevar microchip obligatoriamente y estar registradas en bases de datos nacionales interoperables. Esta obligación afectará a animales comercializados por criadores, tiendas y refugios, así como a los vendidos en plataformas online. También los ejemplares importados desde fuera de la UE deberán cumplir con este requisito antes de entrar en territorio comunitario, independientemente de su finalidad.
Diferentes plazos según el tipo de propietario
La implementación de esta normativa contempla distintos períodos de adaptación. Los criadores, vendedores y refugios dispondrán de 4 años para cumplir con las nuevas condiciones una vez entre en vigor la ley en 2028. Para los propietarios particulares, los plazos serán considerablemente más amplios: 10 años para los perros y hasta 15 años para los gatos. Esta diferenciación busca facilitar una transición gradual hacia el nuevo sistema de identificación. Cabe destacar que España ya se adelantó a esta normativa europea con la Ley 7/2023 de protección de los derechos y bienestar animal, que contempla la obligatoriedad del microchip, por lo que muchos propietarios españoles ya cumplen con estos requisitos.
Beneficios del nuevo marco europeo
El acuerdo alcanzado persigue varios objetivos fundamentales. En primer lugar, combatir eficazmente el comercio ilegal de mascotas, un problema creciente que genera preocupaciones tanto desde el bienestar animal como la salud pública. Además, pretende frenar las prácticas de cría irresponsable que provocan sufrimiento a los animales y problemas de salud hereditarios.
La mejora del bienestar animal es otro pilar fundamental de esta normativa. Al establecer estándares mínimos comunes, se garantizará que perros y gatos reciban un trato adecuado en cualquier país miembro. La trazabilidad mejorada gracias al sistema de microchips y bases interconectadas permitirá un seguimiento más eficaz, facilitando la localización de mascotas perdidas y ayudando a las autoridades a detectar actividades ilegales relacionadas con el comercio de animales.
¿En qué consiste el sistema de identificación?
El microchip obligatorio es un pequeño dispositivo del tamaño de un grano de arroz que se implanta bajo la piel del animal, generalmente en la zona del cuello. Cada uno contiene un código único que identifica al animal y permite asociarlo con los datos del propietario en las bases correspondientes. Este sistema presenta numerosas ventajas: es permanente, no puede perderse ni deteriorarse, no puede ser manipulado con fines fraudulentos, y permite la identificación inmediata mediante un lector especializado.
Para los propietarios españoles, el impacto será limitado, ya que la legislación nacional ya contempla esta obligación. Sin embargo, quienes aún no hayan cumplido deberán hacerlo en los plazos establecidos. La implantación del microchip es un procedimiento sencillo, rápido y prácticamente indoloro, con un coste que oscila entre los 30 y 50 euros, incluyendo el registro en la base de datos correspondiente.
Bases de datos interoperables a nivel europeo
Uno de los aspectos más innovadores de la normativa es la creación de bases de datos nacionales interoperables. Esto significa que la información sobre los animales identificados será accesible desde cualquier país de la Unión, facilitando el seguimiento y control de movimientos dentro del territorio comunitario. Este sistema permitirá a las autoridades verificar rápidamente la procedencia e historial de cualquier animal, resultando fundamental para detectar posibles casos de comercio ilegal o maltrato, además de facilitar la localización de propietarios de mascotas perdidas, contribuyendo a reducir el número de animales abandonados.