La Nasa se planta en Marte

Febrero es un mes decisivo para la exploración espacial. Y es que tres misiones lideradas por Estados Unidos, China y Emiratos Árabes se han propuesto conquistar Marte.

Tras siete meses de viaje y más de 470 millones de kilómetros surcando el universo desde la Tierra, la sonda estadounidense Perseverance fue ayer, a las 21.56 hora española, la que aterrizó en la superficie de este planeta para tratar de desentrañar sus secretos. El complicado amartizaje mantuvo en vilo a la población a lo largo y ancho del globo, que siguió, casi en tiempo real −la señal llegó a la Tierra con 14 minutos de diferencia−, este nuevo hito histórico de la agencia espacial NASA.

El aterrizaje se vivió con gran euforia entre los científicos estadounidenses que seguían con tensión las maniobras del rover, que cinco minutos después de pisar tierra marciana se encontraba ya listo para iniciar su exploración y envió la primera imagen de la superficie planetaria. El Perseverance (de 6 ruedas, 3 metros de largo y 1.060 kg y quinto vehículo que explora el planeta) finalmente superó con éxito los “siete minutos del terror” entre la llegada a la fina atmósfera marciana y la superficie de ese planeta donde, durante los próximos 687 días de misión, intentará encontrar signos de vida pasada y constancia del agua que había allí hace 3.800 millones de años.

Y lo hará recolectando las primeras muestras que se enviarán a la Tierra en los próximos años. España también participa en esta importante misión con una estación meteorológica diseñada en el Centro de Astrobiología, uno de los siete instrumentos científicos que incorpora el rover y que medirá el viento, la humedad, la presión atmosférica y las propiedades del polvo en suspensión.

La novedad más destacada, sin embargo, es un pequeño helicóptero que se convertirá en la primera aeronave que surcará los cielos marcianos. El vehículo también incorpora dos micrófonos, que por primera vez en la historia captarán el sonido de este planeta.

Emiratos Árabes Unidos y China se suman por primera vez a esta carrera espacial que tiene como objetivo Marte. Aunque no será hasta mayo cuando está previsto que la misión china toque suelo marciano, el país asiático logró el 10 de febrero que la primera nave que envía a este planeta ingresara en su órbita, según informaron desde la Administración Nacional del Espacio de China.

Un día antes de este hito chino, el 9 de febrero, Emiratos Árabes también anunció que su primera sonda llegó al planeta rojo, donde sigue orbitando a la espera de encontrar el lugar más apropiado para aterrizar. Según expertos como Salvador Ribas, director científico del Parc Astronómic del Montsec (PAM), probablemente en los próximos diez o quince años ya estemos preparados para poder mandar una tripulación humana que pisará por primera vez la superficie de Marte.

Investigadores españoles han diseñado la estación meteorológica que incorpora el rover

Salvador Ribas

Director científic del PAM

¿Qué preguntas nos ayudarán a resolver las misiones en Marte?

El estudio del agua y de los materiales que se encuentran en la superficie nos ayudarán a entender el pasado de este planeta. Sabemos que hubo mucha agua, así que una de las grandes incógnita de los últimos años es qué huella ha dejado. Todo ello se complementará con la información que arroje el estudio de las primeras muestras que se quieren trasladar de Marte a la Tierra (las pocas de las que disponemos hasta la fecha proceden de restos de meteoritos).

¿Cuándo prevé que el ser humano pueda pisar por primera vez este planeta?

Si tuviera que decir una fecha apostaría por lo menos hasta la década de los treinta, aunque creo que la llegada a Marte no se mide en años, sino en dólares. Tecnológicamente no estamos muy lejos de este hito, aunque el coste económico y el riesgo todavía son muy altos. Una competición o una carrera especial entre dos potencias, como se dio con la llegada a la Luna entre EEUU y la URSS en los 60, ayudarían a acortar los plazos.

¿Podremos llegar a convertirlo en una segunda casa?

Marte no tiene unas condiciones que propicien una habitabilidad cómoda (-50º de media). Tendríamos que ir con trajes espaciales para tener suministro de aire respirable y, la poca agua que hay en el planeta, no sabemos cómo se encuentra. Dado que no hemos sido capaces de preservar correctamente la Tierra, creo que primero deberíamos plantearnos qué queremos conseguir en Marte para no volver a repetir los mismo errores.