La mitad de municipios de Lleida en riesgo carece de plan de incendios o lo tiene obsoleto
Más de la mitad de los municipios de Lleida obligados a tener un plan de prevención y de actuación ante los incendios, por su alto grado de exposición y vulnerabilidad, o carecen de él o lo tienen obsoleto y pendiente de revisión, según los datos de Protección Civil. El cumplimiento es aún menor entre los ayuntamientos para los que es una recomendación.

La mitad de municipios de Lleida en riesgo carece de plan de incendios o lo tiene obsoleto
La mitad de los municipios de Lleida que están obligados a disponer de un plan de prevención y de actuación ante los incendios forestales por su elevado grado de vulnerabilidad a este tipo de incidentes, 81 de 148, o carecen de él (33) porque nunca han llegado a redactarlo o se les ha quedado obsoleto (48) y se encuentra pendiente de revisión. Los otros 67 (45,2%) tienen los papeles el regla.
En el primer grupo se encuentran, entre otros, Lleida ciudad, algunas capitales de comarca como Les Borges Blanques y El Pont de Suert (también Puigcerdà, en la Cerdanya gerundense) y localidades como Juneda, Alcarràs y Agramunt. Llama la atención que en esta lista figuren los tres municipios de l’Alta Ribagorça (Vilaller, La Vall de Boí y su capital), la única comarca en la que se da esa situación.
En el segundo figuran capitales comarcales como Balaguer, La Seu d’Urgell, Sort y Vielha y municipios como Alins, en cuyo término se encuentra la mediática montaña de Tor y cuyo documento de actuación cumplirá dos décadas a final de este año, junto con otros catorce del Pallars y ocho de l’Alt Urgell (Sort y La Seu al margen), más otros tantos de Les Garrigues.
“La revisión del Infocat de 2024 hizo que 129 municipios de toda Catalunya pasaran a obligados a disponer de ese plan”, explica Álvaro González Amorrich, jefe del servicio de Implantación de la dirección general de Protección Civil de la Generalitat. La inclusión se debió al cambio de escenario que ha supuesto la combinación de dos factores: el nuevo marco meteorológico, con fases de sequedad más prolongadas y temperaturas más elevadas por el cambio climático, y la evolución del territorio con un claro avance de las zonas de monte alto (arbolado) y bajo (arbustos y maleza), cuya confluencia ha elevado tanto la inflamabilidad como la presencia de combustible además de la probabilidad de que se acumule energía de activación, ya sea por rayos o por radiacion solar.
“Los parámetros de vulnerabilidad y el análisis del riesgo se han disparado con la revisión del Infocat”, anota González. La anterior databa de 2014.
Eso ha hecho aumentar también el listado de municipios en los que Protección Civil considera recomendable disponer del plan, en el que figuran 76 municipios de Lleida. El grado de cumplimiento es aquí muy inferior al de los obligatorios, con solo 12 (15,8%) homologados, cinco pendientes de revisión y 58 de los que nunca se supo.
En este último bloque figuran ciudades como Tàrrega y Mollerussa junto con medio centenar de poblaciones mayoritariamente del llano de Lleida.
“No es la situación que desearíamos en cuanto al cumplimiento de las obligaciones sobre los planes de protección”, señaló el responsable del Servicio de Implantación, quien mostró su preocupación por el escenario.
“Estamos trabajando para que el grado de cumplimiento se incremente, y para eso ofrecemos apoyo técnico y económico. Para los pequeños municipios un plan de este tipo supone una carga importante porque requiere mucho trabajo”, anota. No obstante, anota, “es importante tener claro que no estamos donde deberíamos, pero también que hay una tendencia positiva”, añade.
De hecho, en la última sesión de la Comisión de Protección Civil de Catalunya se tramitaron un centenar de planes municipales. “Hay movimiento. Vemos una tendencia positiva. Los ayuntamientos ven lo que está pasando y están sensibilzados”, apunta.
En cualquier caso, no basta con disponer del documento. “Tenerlo es ventajoso si lo conoces y lo aplicas. Hay que implantarlos, informar a los vecinos y hacer simulacros”, ilustra.
Efectivos de Protección Civil están efectuando, junto con personal de Mossos d’Esquadra y de Bomberos, sesiones informativas a ciudadanos (llevan treinta este verano) en urbanizaciones y núcleos habitados sobre acciones preventivas y sobre cómo actuar en caso de emergencia, algo que reclaman los vecinos de Cabanabona y de Torrefeta i Florejacs, donde un macroincendio se cobró dos vidas y arrasó 5.100 hectáreas a primeros de mes.