NARCOTRÁFICO
Los narcos se mudan a pueblos pequeños
Les Garrigues es una de las comarcas donde más operativos se han llevado a cabo en el último año. Los investigadores creen que la presión policial ejercida en Lleida y sus alrededores es una de las causas

Plantación hallada el 24 de julio en una casa en la plaza de l’Església de La Pobla de Cérvoles. - MOSSOS D’ESQUADRA
Los Mossos d'Esquadra desmantelaron hace menos de dos semanas, el 24 de julio, una plantación oculta en una casa situada en la plaza de l'Església de La Pobla de Cérvoles, en Les Garrigues. Se trata de un municipio que apenas supera los 200 habitantes. Además, en esta comarca a lo largo del último año se han desmantelado más de una decena de plantaciones. Por ejemplo, entre julio y principios de diciembre del año pasado, se llevaron a cabo ocho operativos en localidades como Els Omellons, La Pobla de Cérvoles, L’Espluga Calba, Vinaixa, Juncosa y La Floresta.
En cambio, han descendido los operativos que han tenido lugar en la ciudad de Lleida y en municipios limítrofes. En este sentido, Jordi Fadurdo, jefe de la Unitat d'Investigació de la ABP Segrià, valora que “es indudable que la presión que hemos ejercido en la capital y su entorno ha provocado que los narcotraficantes se hayan desplazado a pueblos pequeños, donde hay menos vigilancia y presencia policial”. Así, en los últimos meses no ha habido operativos en naves o casas de l’Horta. También se han detectado cultivos en localidades del Pirineo. La última de ellas el 4 de julio en un antiguo prostíbulo abandonado a pie de la C-14, en Ribera d’Urgellet, en el Alt Urgell. Hubo dos detenidos, hallaron 653 plantas y una zona habilitada para vivir.
En la ciudad de Lleida el último operativo que ha trascendido se practicó a principios de junio en el polígono Els Frares. Una nave ocultaba un laboratorio y una sofisticada plantación de marihuana transgénica. Los investigadores arrestaron a los tres supuestos cuidadores –que vivían en el almacén– y decomisaron 500 plantas con una particularidad: cada una de ellas tenía tres ramificaciones cargadas con cogollos de marihuana, lo que hace que produzca la misma cuantía de marihuana que tres plantas a pleno rendimiento. Es decir, como si hubieran decomisado 1.500 en menos espacio.
Importan ‘mano de obra’
En muchos de estos casos, estas redes criminales importan a los vigilantes y a los cultivadores, lo que vendría a ser la ‘mano de obra’. Gran parte de ellos proceden de Albania. Así, por ejemplo, actualmente en el Centre Penitenciari Ponent hay más de 40 personas encarceladas por drogas que son originarias de este país, según los datos del departamento de Justicia. Del total, alrededor de 80% están en prisión preventiva pendientes de juicio. Se debe a que los jueces dictan prisión provisional porque ven riesgo de fuga, al no tener arraigo, y de reiteración delictiva.