MEDIO
La protesta contra las zepas saca a cien tractores a la calle y habrá otra el día 12
Agricultores se reúnen en vano con Territorio y piden repensar las zonas y compensar

Los tractores llegaron a la Rambla Ferran de Lleida tras iniciar la marcha en los Camps Elisis. - AMADO FORROLLA
Un centenar de tractores se apostaron ayer en la Rambla Ferran de Lleida para exigir que se replanteen las zonas de especial protección de aves (zepas). Sindicatos, entidades agrarias y el canal Segarra-Garrigues consideran que su creación hace más de 20 años solo ha servido para propiciar plagas y enfermedades como la peste porcina.
Los tractores volverán a cortar las calles de Lleida el próximo día 12 después de que ayer agricultores y Generalitat no llegaran a ningún acurdo para mejorar la gestión de las zonas de especial protección de las aves (zepas). Sus representantes se reunieron después de la movilización convocada por UP, Asaja, Revolta Pagesa, el Manifest del Gran Urgell, Pagesos o Conills y la comunidad de regantes del Segarra-Garrigues. El objetivo era reclamar que se replantee la dimensión de las zonas protegidas y se pueda regar en las zonas excluidas, ya que tras más de 20 años fuera del regadío “se han convertido en un reservorio de fauna salvaje y cinegética que acaba transmitiendo enfermedades como la peste porcina”, coincidieron Pere Roqué y Carol Aixut de Asaja y UP. Alex Foix, de Pagesos o conills, añadió que también favorecen la proliferación de plagas de conejos y jabalíes. Ayer participaron en la movilización un centenar de tractores, el doble de lo previsto, lo que obligó a cambiar el recorrido de la marcha hasta la sede de Urbanismo. “El 12 esperamos más”, señaló Roqué.
Según UP, “estamos cansados de promesas vacías y de palabras como revisar y consensuar después de 20 años de ruina. Necesitamos un replanteamiento de las zonas zepa”. Mar Ariza, de Revolta Pagesa, insistió en que “pedimos regar igual que nuestros vecinos (en referencia a otras autonomías), ya que se ha establecido de forma aleatoria lo que es zepa y lo que no”, por lo que es precisa una revisión en profundidad.
La creación de nuevos sistemas de regadío como el Segarra-Garrigues obligó a la Generalitat a definir las zepas y a reducir el área regable bajo la amenaza de multas de la Unión Europea, que exigió delimitar áreas de protección. Finalmente, de las 70.000 ha del Segarra-Garrigues casi 40.000 son zonas zepas y de ellas 16.000 están totalmente excuidas del riego (ver claves), mientras que en el resto se permite algún tipo de riego de apoyo.
Regantes y agricultores exigen compensaciones y que se optimicen áreas de riego y dotaciones “ya que una zona de regadío no puede estar al lado de otra excluida del riego, porque los pájaros no entienden de lindes”. Reclaman que Territorio destine los 3 millones de euros que invierte en la gestión de las zepas a compensar a los payeses que no pueden regar. Consideran que si se permite regar en zepas el precio del agua bajará y reclaman que no se veten granjas en áreas protegidas, mayor transparencia en las actuaciones de lo que se hace en ellas. Consideran absurdo que no se puedan plantar más del 20% en municipios con zepas y exigen que no haya más de un 10% de zepas en cada municipio.
El presidente del Segarra-Garrigues, Josep Maria Jové, indicó que “esperamos una flexibilización de las normativas porque no estamos en contra de las zepas sino de muchas normativas que no tienen sentido. Las zepas se pueden reubicar y redefinir”. Defendió que el dinero para su gestión se destine al mantenimiento de infraestructuras hechas y que no se usan”.
El secretario de Transición Ecológica de la Generalitat, Jordi Sargatal, admitió que “hay un agravio, puesto que hay fincas vecinas que riegan al lado de otras que no lo pueden hacer, por lo que hay que establecer medidas compensatorias equiparables a rentas que permitan a los agricultores subsistir”. Dijo que tanto la conselleria de Agricultura como la de Territorio están focalizadas en este tema. Recodó que la UE fue la que exigió un proyecto ambiental y la definición de zepas y que, en un principio, creyó que la superfie fijada no era suficiente: “Es mejor no abrir el debate para replantearlas sino definir mejores estrategias”.