Les imágenes aéreas del río Segre desbordado a su paso por Lleida
Les imágenes captadas en dron muestran el impacto del caudal aumentado a su paso por la capital del Segrià, consecuencia de la liberación de agua de los pantanos que se encuentran cerca del 100% de capacidad

El río Segre se ha desbordado a su paso por Lleida como consecuencia de las abundantes lluvias invernales y primaverales, combinadas con el intenso deshielo de las montañas del Pirineo. Las impresionantes imágenes aéreas, proporcionadas por la empresa Ilerial Drone Service de Lleida y Kionalia Project, muestran el alcance de esta crecida que ha modificado significativamente el paisaje fluvial de la capital del Segrià.
El elevado nivel de agua en los embalses ha obligado a abrir compuertas. Los pantanos de Oliana y Rialb, que actualmente superan el 90% de su capacidad, están liberando aproximadamente 80 metros cúbicos de agua por segundo, equivaliendo en unos siete hectómetros cúbicos diarios. Esta situación no es exclusiva del Segre, ya que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) también ha ampliado el caudal y la duración de la crecida controlada de primavera en el tramo final del Ebro.
El sistema de embalses de Mequinenza-Riba-roja-Flix ha empezado este martes a liberar hasta 1.500 metros cúbicos por segundo durante más de diez horas, superando en intensidad las maniobras realizadas el noviembre pasado. Esta operación ha movilizado equipos de varias administraciones, universidades y empresas que estudian el impacto aguas abajo, con especial atención a los efectos sobre los canales de riego del Delta.
Situación en los principales embalses
En la cuenca de la Noguera Ribagorçana, los pantanos presentan niveles muy elevados: Escales se encuentra al 91%, Canelles al 77% y Santa Anna al 80% de su capacidad. Gran parte de estas reservas provienen de las aportaciones del pantano de Barasona, que hace semanas que lamina caudales.
Con respecto a la Noguera Pallaresa, la situación es todavía más extrema, con Talarn al 100% de su capacidad, Terradets al 99% y Camarasa al 85%. Este contexto de abundancia hídrica ha reducido considerablemente las necesidades de riego para los cultivos de la zona, proporcionando un respiro a los agricultores a pesar de las complicaciones que supone gestionar estos volúmenes de agua.