De la ilusión y el play-off al descenso administrativo: la cronología de los últimos años del Lleida
El descenso administrativo del Lleida CF a Tercera División es el triste desenlace de una etapa marcada por el conflicto institucional, las tensiones con el Ayuntamiento y graves problemas económicos y de gestión que han dejado la ciudad sin fútbol entre las cuatro categorías principales del fútbol estatal.

Luis Pereira y Marc Torres durante la rueda de prensa que ofrecieron el 4 de abril pasado. - JORDI ECHEVARRIA
El descenso administrativo del Lleida CF a Tercera División es el triste desenlace de una etapa marcada por el conflicto institucional, las tensiones con el Ayuntamiento y graves problemas económicos y de gestión que han dejado la ciudad sin fútbol entre las cuatro categorías principales del fútbol estatal.
Todo empezó con la llegada de Luis Pereira a la presidencia del club en enero del 2022, en un momento límite en que la continuidad del Lleida estaba amenazada. A pesar de la oposición de los hermanos Esteve, antiguos gestores, Pereira salvó el club de la desaparición y consiguió, aquella misma temporada, clasificar el equipo para el play-off de ascenso.
Sin embargo, pocos días después de su nombramiento, el pleno municipal acordaba rescindir el convenio de uso del Camp d'Esports, un conflicto que se convertiría en uno de los hilos conductores del deterioro progresivo de la relación entre el club y el ayuntamiento. El Lleida recurrió aquella decisión, que acabaría derivando en un largo litigio.
El primer gran choque público entre club y Ayuntamiento estalló en agosto de 2023, cuando Pereira acusó al equipo de gobierno encabezado por Fèlix Larrosa de "discriminación" después del rechazo del proyecto de nueva ciudad deportiva que había presentado.
En marzo de 2024, una impugnación forzaba el club a cambiar oficialmente de nombre, pasando a llamarse Lleida CF, y suponía también la salida del exdirector deportivo Javaloyes, enfrentado con la presidencia.
El conflicto con el Ayuntamiento volvió a escalar en julio de 2024, cuando el club renovó el césped del Camp d'Esports sin el permiso municipal previo. La Paeria consideró que no se había seguido el protocolo establecido y exigió al club que asumiera los costes de las obras. La disputa se trasladó a los tribunales.
El 14 de febrero de 2025, la justicia avalaba la rescisión del convenio original del Camp d'Esports. La Paeria ofrecía un nuevo acuerdo de cesión por cuatro años, pero el club lo rechazaba, hecho que dejaba el equipo en una situación logística crítica.
A finales de marzo, el diario SEGRE revelaba que la plantilla y el personal acumulaban impagos desde enero. El 4 de abril, Pereira aparecía públicamente por última vez y anunciaba un preconcurso de acreedores que finalmente nunca se llegó a presentar.
La crisis se agravaba el 27 de abril, cuando Pereira atribuía los problemas a una estafa por parte de unos supuestos inversores, sin aportar detalles concretos. Mientras tanto, los jugadores exigían una solución, pero el club no era capaz de cerrar ningún acuerdo económico viable.
Finalmente, entre mayo y en junio de 2025, el Lleida CF daba la baja a toda la plantilla y la Real Federación Española de Fútbol decidía el descenso administrativo del club a Tercera División. Con este desenlace, Lleida se queda, por primera vez en décadas, fuera del mapa del fútbol estatal, sin ningún equipo representado entre Primera y Segunda, ni a las dos principales RFEF.